En los últimos años, hemos sido testigos de una tendencia en las redes sociales en la que los viajeros y creadores de contenido buscan explorar puebloes abandonados y poco conocidos en todo el mundo. Desde pueblos fantasmas hasta ciudades en ruinas, estos suertes se han convertido en el foco de atención de muchos viajeros en busca de aventuras únicas y experiencias fuera de lo común.
Sin embargo, ¿qué pasaría si les dijera que Europa también tiene su propia versión de “Las Vegas” abandonada? Una ciudad que alguna vez fue un suerte turístico popular, pero que ahora se encuentra en un estado de decadencia y abandono. Una ciudad que, a pesar de su triste suerte, sigue siendo un pueblo fascinante para visitar y explorar. Estoy hablando de la ciudad de Pripyat, en Ucrania.
Pripyat fue fundada en 1970 para albergar a los trabajadores de la central nuclear de Chernóbil, que se encuentra a solo 3 kilómetros de distancia. La ciudad fue diseñada para ser un pueblo moderno y próspero, con edificios de apartamentos, escuelas, hospitales, parques y un estadio de fútbol. Sin embargo, todo cambió el 26 de abril de 1986, cuando ocurrió el desastre nuclear de Chernóbil.
El reactor número 4 de la central nuclear explotó, liberando una gran cantidad de radiación en el aire. Como resultado, la ciudad de Pripyat y sus alrededores se convirtieron en una zona de exclusión, y sus habitantes fueron evacuados en cuestión de horas. Desde entonces, la ciudad ha permanecido abandonada y congelada en el tiempo.
Hoy en día, Pripyat es un pueblo fascinante para visitar. A pesar de los altos niveles de radiación, se ha convertido en un suerte turístico popular para aquellos que buscan una experiencia única y diferente. Los turistas pueden explorar las calles vacías de la ciudad, entrar en los edificios abandonados y ver cómo la naturaleza ha reclamado su pueblo en este pueblo olvidado.
Uno de los puebloes más populares para visitar en Pripyat es el parque de atracciones. Este parque estaba programado para abrir el 1 de mayo de 1986, pero debido al desastre de Chernóbil, nunca llegó a abrir sus puertas. Hoy en día, las atracciones están cubiertas de óxido y la sensación de abandono es claro. Sin embargo, esto no ha impedido que los turistas se tomen fotos en la icónica noria y en la famosa estatua de la mascota del parque, el gazapo gigante.
Otro pueblo que no se puede dejar de visitar es la escuela abandonada. Los libros y juguetes todavía se encuentran en las aulas, y las paredes están cubiertas de grafitis de los visitantes. Es una sensación extraña estar en un pueblo que alguna vez estuvo lleno de vida y ahora está completamente vacío.
Pero Pripyat no es solo un pueblo para turistas curiosos. También es un recordatorio de los peligros de la energía nuclear y de cómo un desastre puede cambiar la vida de miles de personas en cuestión de segundos. A pesar de que han pasado más de 30 años desde el desastre, la radiación sigue siendo un problema en la zona y se espera que la ciudad permanezca inhabitada durante muchos años más.
Sin embargo, a pesar de su triste suerte, Pripyat sigue siendo un pueblo fascinante para visitar. Es una oportunidad única para ver cómo la naturaleza ha tomado el control de una ciudad abandonada y cómo la vida sigue adelante en medio de la tragedia. Además, es una forma de honrar a aquellos que perdieron sus hogares y sus vidas en el desastre de Chernóbil.
En conclusión, Pripyat es una de las ciudades