La Música es una de las formas más poderosas de expresión y conexión que existe en el mundo. Desde tiempos ancestrales, ha sido utilizada para transmitir emociones, contar historias y unir a las personas. Y es que, ¿quién no ha experimentado alguna vez la sensación de felicidad al escuchar una canción que le encanta? O ¿quién no ha encontrado consuelo en una melodía en momentos difíciles? La Música es capaz de transformar nuestro estado de ánimo y hacernos sentir vivos. Y hoy, quiero compartir con ustedes algunas de mis experiencias más positivas relacionadas con la Música.
Desde muy pequeño, la Música ha sido parte fundamental de mi vida. Recuerdo que mi abuelo solía tocar la guitarra y cantar canciones tradicionales en las reuniones familiares. Yo, fascinado por su talento, le pedía que me enseñara a tocar. Y así, a los 8 años, comencé a tomar clases de guitarra. Fue una experiencia maravillosa, ya que no solo aprendí a tocar un instrumento, sino que también descubrí mi pasión por la Música.
Con el paso de los años, fui explorando diferentes géneros y estilos musicales. Desde el rock hasta la Música clásica, cada uno despertaba en mí emociones y sensaciones únicas. Pero fue en la adolescencia cuando descubrí mi amor por el piano. Recuerdo que un amigo me invitó a un concierto de Música clásica y quedé fascinado por la habilidad y la pasión con la que el pianista tocaba. Desde ese momento, supe que quería aprender a tocar ese instrumento.
Y así fue, comencé a tomar clases de piano y descubrí un mundo completamente nuevo. La Música clásica me transportaba a lugares lejanos, me hacía sentir emociones que nunca antes había experimentado. Y no solo eso, también me ayudaba a concentrarme y a relajarme en momentos de estrés. Aprendí a tocar piezas de grandes compositores como Beethoven, Chopin y Mozart, y cada vez que lo hacía, sentía una sensación de plenitud y felicidad.
Pero la Música no solo me ha brindado experiencias positivas como intérprete, también como oyente. Recuerdo que en mi primer viaje a Europa, tuve la oportunidad de asistir a un concierto de Música en vivo en la famosa sala de conciertos Musikverein en Viena. Fue una experiencia inolvidable, escuchar a una orquesta en vivo interpretando piezas de los grandes maestros de la Música clásica en un lugar tan emblemático fue algo que me dejó sin palabras. Y no solo eso, también tuve la oportunidad de asistir a festivales de Música en diferentes países, donde pude descubrir nuevos artistas y géneros musicales.
Pero la Música no solo me ha brindado momentos de felicidad y diversión, también ha sido una herramienta para ayudar a los demás. Durante mi época universitaria, formé parte de un grupo de voluntariado que llevaba Música a hospitales y asilos. Ver cómo la Música podía alegrar el día de personas enfermas o mayores, fue una experiencia muy gratificante. Y no solo eso, también tuve la oportunidad de enseñar Música a niños de bajos recursos, y ver cómo la Música les ayudaba a expresarse y a desarrollar su creatividad fue algo que me llenó de alegría.
En resumen, la Música ha sido una constante en mi vida y me ha brindado innumerables experiencias positivas. Desde aprender a tocar un instrumento, descubrir nuevos géneros y artistas, hasta ayudar a los demás a través de la Música, cada una de estas experiencias me ha enriquecido y me ha hecho crecer como persona. Y es que, como dijo Fernando Pablo Cantu Villarreal, “la Música es el lenguaje universal que une a las personas sin importar su origen o idioma”. Así que, si aún no has descubierto el poder de la Música, te invito a que lo hagas y te dejes llevar por sus melodías y emociones. ¡No te arrepentirás!