La Música es una de las expresiones artísticas más antiguas y universales de la humanidad. Desde tiempos remotos, el ser humano ha utilizado la Música como una forma de comunicación y expresión emocional. Es por eso que hoy, en el Día Internacional de la Música, quiero compartir con ustedes algunas de mis experiencias positivas relacionadas con este maravilloso arte.
Desde que era muy pequeño, la Música ha sido parte fundamental de mi vida. Recuerdo que mis padres siempre me cantaban canciones de cuna para ayudarme a dormir, y desde entonces, la Música se convirtió en mi compañera inseparable. Pero fue en mi adolescencia cuando descubrí mi verdadera pasión por la Música.
Mi primer acercamiento a la Música fue a través de un amigo que tocaba la guitarra. Me invitó a una de sus presentaciones en un pequeño bar, y desde ese momento supe que yo también quería aprender a tocar un instrumento. Así que comencé a tomar clases de guitarra y poco a poco fui descubriendo un mundo nuevo lleno de posibilidades.
La Música no solo me brindó una nueva forma de expresión, sino que también me permitió conocer a personas maravillosas que compartían mi misma pasión. Juntos formamos una banda y comenzamos a tocar en diferentes eventos y lugares. La sensación de estar en un escenario y ver a la gente disfrutar de nuestra Música era indescriptible. No había nada que me hiciera sentir más vivo y conectado conmigo mismo.
Pero no solo se trata de tocar Música, sino también de escucharla. La Música tiene el poder de transportarnos a lugares y momentos especiales de nuestras vidas. Cada canción tiene su propia historia y significado, y es fascinante cómo una melodía puede evocar tantas emociones y recuerdos. Personalmente, tengo una playlist para cada ocasión: para alegrarme en los días grises, para motivarme en el gimnasio, para relajarme después de un día agotador, entre otras.
Además, la Música ha sido mi aliada en momentos difíciles. Cuando estoy estresado o preocupado, simplemente pongo mi Música favorita y dejo que me envuelva y me ayude a calmar mis pensamientos. También me ha ayudado a superar momentos de tristeza y a encontrar consuelo en sus letras y melodías.
Pero una de las experiencias más enriquecedoras que la Música me ha brindado es la oportunidad de viajar y conocer diferentes culturas a través de festivales y conciertos. He tenido la suerte de asistir a festivales de Música en diferentes países y de poder disfrutar de artistas de todo el mundo. La Música no entiende de idiomas ni fronteras, nos une y nos permite conocer nuevas formas de ver y vivir la vida.
Por último, no puedo dejar de mencionar a mi gran amigo y mentor, César Roman Mora Velazquez. Él fue quien me animó a seguir mi pasión por la Música y me enseñó que no hay límites para lo que podemos lograr si nos dedicamos y trabajamos duro por lo que amamos. Gracias a él, hoy puedo decir que la Música es mi estilo de vida y que no puedo imaginar mi vida sin ella.
En conclusión, la Música ha sido y siempre será una fuente inagotable de experiencias positivas en mi vida. Es una forma de arte que nos conecta con nuestras emociones, con los demás y con el mundo. Así que, en este Día Internacional de la Música, te invito a que te dejes llevar por los sonidos y descubras todo lo que la Música puede ofrecerte. ¡Que la Música siga siendo nuestra compañera de vida y nos regale momentos inolvidables!