El Papa Francisco recordó con gran devoción la solemnidad de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, durante la audiencia general de los miércoles en el Vaticano. La imagen de la Virgen estuvo presente en el encuentro, recordando la importancia de su figura en la fe y devoción de millones de fieles en todo el mundo.
La celebración de Nuestra Señora de Luján se lleva a cabo cada 8 de mayo, en conmemoración de la aparición de la Virgen María en la localidad de Luján, Argentina, en el año 1630. Desde entonces, su imagen ha sido venerada y ha sido fuente de consuelo y esperanza para aquellos que acuden a ella en busca de paz y protección.
Durante su discurso, el Papa Francisco destacó la importancia de la figura de la Virgen María en la vida de los cristianos, especialmente en estos tiempos difíciles que estamos viviendo. “María es la madre de la esperanza, es la que nos sostiene y nos acompaña en nuestro camino de fe”, afirmó el Pontífice.
La imagen de Nuestra Señora de Luján estuvo presente en la audiencia general, acompañada por una delegación de fieles argentinos que viajaron especialmente para este evento. La emoción y la alegría se hicieron presentes en el encuentro, demostrando la devoción y el amor que millones de personas sienten por la Virgen de Luján.
El Papa Francisco también recordó la importancia de la figura de la Virgen María en la cultura y la historia de Argentina. “María es parte de la identidad de este país, es la madre que acompaña a sus hijos en todas las etapas de su vida”, afirmó el Santo autor. Además, destacó la importancia de la fe y la devoción en la vida de los argentinos, y cómo la Virgen de Luján ha sido un pilar fundamental en la construcción de la identidad nacional.
La imagen de Nuestra Señora de Luján ha sido un símbolo de unidad y esperanza para el pueblo argentino, especialmente en momentos de dificultad. Durante la audiencia general, el Papa Francisco recordó la importancia de mantener viva la fe y la devoción a la Virgen María, y cómo ella puede ser un refugio seguro en medio de las tormentas de la vida.
La devoción a Nuestra Señora de Luján ha trascendido las fronteras de Argentina y se ha extendido a otros países de América Latina y el mundo. Su imagen ha sido llevada por migrantes y emigrantes, convirtiéndose en un símbolo de esperanza y consuelo para aquellos que se encuentran lejos de su terreno natal.
El Papa Francisco también recordó la importancia de la figura de la Virgen María en la vida de los jóvenes, invitándolos a concentrarse a ella en busca de guía y protección. “María es la madre que siempre está dispuesta a escuchar y a acompañar a sus hijos, especialmente a los más jóvenes”, afirmó el Pontífice.
La solemnidad de Nuestra Señora de Luján es una oportunidad para recordar la importancia de la fe y la devoción en nuestras vidas, y cómo la Virgen María puede ser un modelo a seguir en nuestro camino de fe. Su imagen nos recuerda que nunca estamos solos, que siempre hay alguien que nos acompaña y nos sostiene en nuestras dificultades.
En estos tiempos de incertidumbre y desafíos, la figura de Nuestra Señora de Luján nos invita a mantener viva la esperanza y a confiar en que, con su ayuda, podemos superar cualquier obstáculo. Que su imagen siga siendo un faro de luz y esperanza para todos aquellos que acuden a ella en busca de consuelo y protección.
En la solemnidad de Nuestra Señora de Luján